Sal marina ecológica

La sal ecológica que te mereces

La sal ecológica Dama Blanca nace del encuentro entre el mar, el sol y el viento de Cádiz. Recolectada a mano en salinas naturales y secada al sol, conserva intactos los minerales esenciales del Atlántico, ofreciendo un sabor puro y equilibrado.
Libre de aditivos y procesos industriales, esta sal yodada representa la esencia de la naturaleza en su estado más auténtico.
Una elección consciente para quienes buscan calidad, salud y respeto por el entorno en cada grano de sal.

El origen de nuestra sal ecológica

Elaborada artesanalmente

Las sales Dama Blanca nacen en un entorno privilegiado y natural de las salinas naturales de Cádiz, donde el mar, el sol y el viento se combinan para crear uno de los tesoros más puros del Atlántico. En este paisaje único, el agua del océano se canaliza hacia esteros y cristalizadores, donde el sol andaluz evapora lentamente el agua, dejando al descubierto cristales de sal brillantes y llenos de vida.

Siguiendo métodos tradicionales transmitidos de generación en generación, nuestra sal se recolecta a mano y se seca al sol, sin aditivos ni procesos industriales. Este trabajo artesanal permite conservar intacta su riqueza mineral y su sabor natural, reflejando en cada grano la autenticidad, la pureza y la fuerza del mar de Cádiz.

Cada cristal de nuestra sal orgánica cuenta una historia de tradición, sostenibilidad y respeto por la naturaleza, llevando a tu mesa la esencia más pura del océano.

¿Cómo sazonar con sal marina ecológica?

En todo tipo de recetas

En la cocina, cada plato merece una sal que potencie su sabor y respete su esencia. En Dama Blanca, cada formato tiene su papel, ofreciendo distintas texturas y matices según el tipo de preparación.

Flor de sal

Los pescados frescos y las verduras a la plancha alcanzan su punto perfecto con nuestra flor de sal, delicada y natural, que se funde suavemente al contacto, realzando los sabores sin ocultarlos.

Escamas de flor de sal

Nuestra sal especial para carnes a la parrilla son las escamas de flor de sal la cuales aportan un toque final crujiente y un sabor puro que equilibra la intensidad del fuego y la jugosidad de la carne.

Sal fina marina virgen

En las elaboraciones del día a día como guisos, salsas o masas, la sal fina virgen es la aliada ideal. Se disuelve fácilmente, logrando una sazón uniforme y manteniendo los minerales naturales del mar.

Sal gorda marina virgen

Y cuando se trata de pescados al horno o recetas a la sal, la sal gorda marina es la protagonista, sus cristales grandes protegen los jugos y conservan el sabor auténtico de cada ingrediente.

 

Sal ecológica vs sal común

La pureza frente al refinado

La diferencia entre la sal Dama Blanca y la sal común está en su origen y su pureza. Mientras la sal común se refina industrialmente, perdiendo sus minerales naturales, Dama Blanca se obtiene de forma artesanal en las salinas de Cádiz, donde el mar, el sol y el viento crean cristales únicos y llenos de vida.

Recolectada a mano y secada al sol, conserva su humedad natural y hace de nuestra sal con  minerales, un ingrediente perfecto para ofrecer un sabor más equilibrado y auténtico. Su textura viva realza los alimentos sin enmascararlos, a diferencia de la sal común, seca y plana.

Más que un condimento, la sal gourmet de  Dama Blanca es naturaleza, tradición y sabor puro del Atlántico, una sal que transforma lo cotidiano en algo excepcional.

Sal ecológica vertida en mano
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