Sal sin microplásticos
100% natural para tu organismo
La sal sin microplásticos Dama Blanca representa la pureza más auténtica del mar. Recolectada de forma artesanal en las salinas naturales de Cádiz, nace de un entorno protegido, donde el agua del Atlántico se transforma lentamente en cristales limpios, brillantes y libres de contaminantes.
Nuestro proceso ecológico, guiado por el sol, el viento y el tiempo, garantiza una sal marina natural, sin aditivos ni impurezas, que conserva su equilibrio mineral y su sabor original. Cada grano de nuestra sal yodada refleja el compromiso de Dama Blanca con la salud, la sostenibilidad y la calidad, ofreciendo un producto puro y seguro, respetuoso con tu cuerpo y con el mar que lo inspira.
Encuentra tu sal limpia de impurezas
Cómo nace nuestra sal sin microplásticos
Elaborada con procesos 100% orgánicos
Nuestra sal sin microplásticos Dama Blanca nace en las salinas naturales de Cádiz, un entorno protegido donde el mar conserva toda su pureza y equilibrio. Aquí, el proceso comienza cuando el agua del Atlántico fluye hacia los esteros y cristalizadores, donde el sol y el viento trabajan de forma conjunta para evaporarla lentamente.
Durante este proceso natural, el agua se filtra y concentra de manera progresiva, dejando al descubierto cristales de sal limpios, brillantes y completamente libres de impurezas. A diferencia de otras sales industriales, nuestra producción no implica refinados, aditivos ni procedimientos que puedan alterar su composición.
Cada grano es recolectado a mano por salineros expertos, respetando los tiempos del mar y la naturaleza. Gracias a este método tradicional, la sal conserva su humedad natural, sus minerales esenciales y la garantía de un origen ecológico y responsable.
Así nace Dama Blanca, una sal marina ecológica, sin microplásticos, que une pureza, sostenibilidad y sabor en un mismo producto. Una sal que devuelve al mar su valor más noble.


Cómo utilizar nuestra sal libre de microplásticos
El toque perfecto para cada plato
En Dama Blanca, entendemos que no todas las sales son iguales, y que cada plato necesita un equilibrio distinto para revelar su mejor versión. Por eso, cada formato de nuestra sal húmeda está pensado para acompañar una textura, un aroma y una forma de cocinar.
Los pescados, mariscos y verduras merecen la suavidad de nuestra flor de sal, cuyos cristales finos se disuelven al instante, realzando el sabor natural sin ocultarlo. Es la elección perfecta para terminar el plato y aportar un toque sutil, fresco y elegante.
Las carnes al horno, los asados y las parrillas alcanzan su máximo sabor con nuestras escamas de flor de sal, que aportan un crujido ligero y un acabado gourmet. Añádela justo antes de servir para mantener su textura y lograr ese contraste irresistible entre el calor de la carne y la pureza del mar.
En las preparaciones del día a día como sopas, guisos, salsas o panes caseros, la sal fina marina virgen es la compañera ideal. Se integra fácilmente en las mezclas y cocinados, distribuyendo la salinidad de forma uniforme y manteniendo la riqueza mineral del Atlántico.
Y cuando la receta requiere fuerza y presencia, como en los pescados al horno, costras de sal o carnes curadas, la sal gorda marina virgen es la protagonista. Sus cristales gruesos protegen la textura, conservan la jugosidad y aportan ese sabor profundo que solo el mar puede dar.
Beneficios de nuestra sal sin residuos
Elaborada con procesos orgánicos
Nuestra sal sin microplásticos representa la forma más limpia y saludable de disfrutar del sabor del mar. Procede de aguas puras del Atlántico y está libre de contaminantes, garantizando un producto natural, equilibrado y respetuoso con tu salud.
Al no contener microplásticos ni aditivos industriales, esta sal orgánica conserva todos los minerales esenciales del océano, elementos fundamentales para el equilibrio del organismo. Estos minerales ayudan a mantener una correcta hidratación, favorecen la función muscular y apoyan el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Su pureza la convierte en una opción ideal para quienes buscan una alimentación más natural y consciente, sin componentes artificiales ni residuos derivados del plástico. Además, su textura y su composición mineral aportan un sabor más suave y profundo, que permite reducir la cantidad de sal utilizada sin renunciar al placer del buen comer.
Con Dama Blanca, eliges una sal que no solo realza el sabor de tus platos, sino que también cuida de tu cuerpo y del planeta. Una sal viva, saludable y transparente, como el mar del que nace.








